sábado, 17 de diciembre de 2011

El tazón de madera.-


Los niños son perceptivos, sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan, y sus mentes procesan los mensajes que absorben. Si ven practicar la paciencia, ellos la practicarán, imitarán la actitud de sus padres.


Un viejito fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años.
Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.
La familia completa comía junta en la mesa pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil.
Los guisantes caían de su cuchara al suelo,
de cuando en cuando si intentaba tener el vaso,
derramaba la leche sobre el mantel.
Su hijo y su esposa se cansaron de la situación.
"Tenemos que hacer algo con el abuelo" dijo el hijo, "Ya he tenido bastante, derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en la esquina del comedor.
Ahí el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la cena.
Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera.
A veces cuando miraban hacia donde estaba el abuelo veían una lágrima en su mejilla.
Sin embargo cuando la pareja le dirigía la palabra era para reprocharle su comportamiento o llamarle la atención si se le caía la comida.
El niño de cuatro años observaba todo en silencio.
Una tarde antes de la cena
el papá observó que su hijito jugaba con trozos de madera
y preguntó con dulzura qué hacía.
Con la misma dulzura el niño le contestó:
"Estoy haciendo un tazón para tí y otro para mamá para cuando yo crezca ustedes coman en ellos",
sonrió y siguió con la tarea.
Las palabras del niño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas y aunque ninguna palabra se dijo al respecto,
ambos sabían qué debían hacer.
Llevaron de la mano gentilmente al abuelo a la mesa de la familia.
Por el resto de sus días ocupó un lugar con ellos.
Y por alguna razón ni el esposo ni la esposa parecían molestarse cada vez que el tenedor caía al suelo o se volcaba la leche sobre el mantel.

"LA GENTE OLVIDARA LO QUE DIJISTE Y LO QUE HICISTE PERO NUNCA COMO LO HICISTE SENTIR"


"DEBES SER EL CAMBIO QUE QUIERAS VER EN EL MUNDO!"
MAHATMA GHANDHI