sábado, 31 de diciembre de 2011

Ojalá nos alcance la vida...


Ojalá seamos dignos de la desesperada esperanza.

Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.

Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.

Ojalá podamos merecer que nos llamen locos, por cometer la locura de negarnos a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.

Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.

Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.

Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.

Eduardo Galeano.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Walt Whitman.-


No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario
No dejes de creer, que las palabras y la poesía si pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia esta intacta, somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y es oasis. Nos derriba, nos lastima.
Nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, vive.
La poderosa obra continua, tu puedes aportar una estrofa. Escribe tu obra.
No dejes nunca de soñar, porque solo soñando puede ser libre el hombre…
Valora la belleza de las cosas simples.
Vive la vida sin mediocridad.
Disfruta del pánico que te provoca, tener la vida por delante.
Piensa que en ti esta el futuro.
Encárala sin miedo y con orgullo.
Aduéñate de tu mente.
Cultívalo con pensamientos y sentimientos positivos.
ANIMATE.
No permitas que te pase a ti la vida sin que tu la vivas.
Disfrutala sanamente

Walt Whitman

martes, 27 de diciembre de 2011

de Carl Rogers.-

Cuando me veo como parte de un proceso, advierto que no puede haber un sistema cerrado de creencias ni un conjunto de principios inamovibles a los cuales atenerse. La vida es orientada por una comprensión e interpretación de mi experiencia constantemente cambiante. Siempre se encuentra en un proceso de ir siendo. 
Carl Rogers

Un pensamiento de Carl Rogers.-

"Llegamos ahora a una enseñanza capital, que ha tenido gran significación para mí.
Puedo expresarla en los siguientes términos: He descubierto el enorme valor de permitirme comprender a otra persona. La manera en que he formulado esta afirmación puede iresultarles extraña. ¿Es necesario permitirse conocer a otro? Pienso que efectivamente es así. Nuestra primera reacción ante las afirmaciones que oímos de otras personas suele ser una evaluación inmediata o un juicio, más que un intento de comprensión. Cuando alguien expresa un sentimiento, una actitud o creencia, tendemos a pensar: "Está en lo correcto"; o "Es una tontería"; "Eso es anormal"; "No es razonable"; "Es incorrecto"; "Es desagradable". Muy pocas veces nos pernútimos comprender exactamente lo que su afirmación significa para él. Pienso que esto se debe a que comprender es riesgoso. Si me permito comprender reahnente a otra persona, tal comprensión podría modificarme, y todos experimentamos temor ante el cambio. Por consiguiente, como ya dije antes, no es fácil permitirse comprender a un individuo, penetrar en profundidad y de manera plena e intensa en su marco de referencia. En efecto, esto es algo que ocurre con escasa frecuencia. La comprensión es doblemente enriquecedora."
Carl Rogers, El Proceso de Convertirse en Persona, pag. 28

lunes, 26 de diciembre de 2011

Estrés de Fin de Año.-


El estrés de fin de año puede vivenciarse como malestar  generado por el cansancio acumulado, la expectativa de cerrar bien el año laboral o de estudios, organizar las fiestas de fin de año, realizar las compras navideñas e intentar reunir a la familia, proyectar unas vacaciones acordes al presupuesto.
Promediando el año solemos sentir nuestro cuerpo como una máquina con baterías descargadas en el transcurrir de los meses.  El estrés está presente todos los meses, sin embargo en  esta época somos concientes de la culminación del año y que hemos de “recontratar” el 1 de Enero. El término del año implica el cierre de un ciclo, y ya sea que estemos concientes de esto o no, existe una tendencia importante a sentir que ‘el tiempo pasó volando’ y a hacer un balance de lo que ha sido el año, que puede llevarnos a reproches por lo que hemos hecho o dejado de hacer, y a una sensación de que ya no queda tiempo suficiente para repararlo. El estrés de fin de año es acumulación de fenómenos de todo el año, hay demasiados estímulos que el cerebro no alcanza a procesar. Navidad y Año Nuevo suelen ser momentos del año signados por la nostalgia. Momentos en los que las ausencias se hacen mas notables, el paso del tiempo toma mayor realidad y los recuerdos idealizados de lo que eran las fiestas brotan según crecemos en edad.
El estrés es la respuesta automática del organismo frente a cualquier cambio ambiental externo o interno, fuera de lo habitual y bajo presión que lo sobrepasa y desequilibra.
Se consulta por cansancio, ansiedad, mareos, palpitaciones, angustia, rigidez muscular, incapacidad de conciliar el sueño, despertar precoz, falta de concentración, irritabilidad, pérdida de las capacidades para la sociabilidad, estado de alerta, enfermedades de la piel, del aparato digestivo. Es de esperar en una sociedad como la nuestra, con ritmos que nos exigen prisas, relaciones que pueden ser tortuosas, inseguridades en muchos órdenes, inestabilidad y presiones… “Sentirse 'apagado', sin pilas, como si las fuerzas se agotaran u olvidadizo”, son algunos de los síntomas del estrés que se consideran “normales”. Cuando al cansancio generalizado se suma el mal humor o la irritabilidad, según los cuales se contaminan los vínculos afectivos y se produce una baja en el rendimiento laboral, será preciso acudir a un profesional.
El primer paso en el manejo del estrés es identificar aquellas situaciones que lo están desencadenando y evaluar estrategias de manejo y resolución de problemas que disminuyan el costo emocional y aumenten la efectividad de enfrentamiento de la persona. Hemos de volver a estilos de vida saludables: una sana alimentación, una cantidad adecuada de horas de sueño, actividad física. Por otra parte, será indispensable contar con una red de apoyo que ayude a salir adelante.
*Ante el estrés debemos realizar una revisión de prioridades vitales. Si registro que todas las navidades tengo que correr y no me detengo a mirar el por qué, todos los fines de año voy a ser una persona estresada.
* Debo pensar cuáles son las amenazas reales, a fin de no estar tensos y alertas de modo innecesario. Repensar: Vale la pena angustiarme por esto?
* No sobrecargarnos de ocupaciones y dejar tiempo libre para que la Vida nos sorprenda y para disfrutar del ocio. Implica aprender a decir que no, para no abarcar más de lo que realmente podemos cumplir y  organizar adecuadamente el tiempo y los horarios.
 Debemos ser realistas en el tiempo que nos toma realizar cada actividad, incluir tiempos de descanso, de comidas, de traslado, etc.
* Desarrollar una actitud optimista y alegre que nos permita poner “al mal tiempo, buena cara”.
* La cafeína, el tabaco y el alcohol conducen a una sobreactivación del organismo, que aunque creemos que nos ayuda al permitirnos más tiempo de vigilia y/o una sensación transitoria de relajo, en realidad agudiza el estrés, porque lo que nuestro cuerpo y nuestra mente realmente necesitan es un descanso adecuado.
 *La mala alimentación  incluso puede acarrear problemas gastrointestinales, como úlceras o estreñimiento, enfermedades que también están asociadas al estrés.
* Contar lo que sentimos y pensamos. Compartir lo que nos pasa nos ayuda a ser concientes de nuestras emociones y a diferenciar una emoción de otra. Además, si lo conversamos con la persona indicada, nos ayudará a sentirnos acogidos y protegidos.
*  Mantener expectativas realistas tanto de uno mismo como de los demás. Esperar demasiado puede conducir a frustración.
* Date tiempo para vivir tus emociones. El fin de año genera emociones y sentimientos muchas veces contradictorios, alegría por los reencuentros, tristeza por los que se han ido, coraje y frustración por lo que no logramos. Ser paciente con uno mismo y vivir cada emoción en su momento, ayudará a disfrutar mas el día a día y a manejar mejor el estrés.


domingo, 18 de diciembre de 2011

Mario Benedetti.-

10.-

9.-

8.-

7.-

6.-

5.-

4.-

3.-

2.-

1.-

Osho.-

Osho.-

Osho.-

Osho.-

Osho.-

Osho.-

Osho.-

Osho.-

Osho.-

Rabindranath Tagore.-

Víctor Hugo.-

Walt Whitman.-

sábado, 17 de diciembre de 2011

Sos Magia!


En la vida, no basta pensar en un ideal. Para ser chispa que inspire se debe pulir la acción hasta llegar a la intención.

Hoy, aún quedan metas por lograr. Mañana, acciones que emprender. Después, nuestros sueños por realizar.


Confía en las cosas que te inspiran. Confía en las cosas que te den felicidad. Confía en los sueños que siempre has anhelado y déjalos hacerse realidad.


La vida no hace promesas sobre lo que te reserva el futuro. Debes buscar tus propios ideales y animarte a cumplirlos.

La vida no te ofrece garantías sobre que lo tendrás. Pero te ofrece tiempo para decidir que buscas y arriesgarte a encontrarlo y a revelar algún secreto que encuentre en tu senda.


Si tienes voluntad para hacer buen uso del talento y de los dones que son sólo tuyos, tu vida estará llena de tiempos memorables y de inolvidable alegría.


Nadie comprende el misterio de la vida o su significado, mas para aquellos que deciden creer en la verdad de lo que sueñan y en sus fuerzas, la vida es un singular regalo y nada es imposible.

Juzga tu éxito conforme a lo que tuviste que renunciar para alcanzarlo.

La perla.-

Una ostra que no ha sido herida
no puede producir perlas.
Las perlas son producto del dolor,
el resultado de la entrada de una sustancia extraña
e indeseable al interior de la ostra,
como un parásito o un grano de arena.
En la parte interna de la ostra
se encuentra una sustancia lustrosa llamada nácar.
Cuando un grano de arena penetra en la ostra,
las células de nácar comienzan a trabajar
y cubren el grano de arena con capas y capas y más capas
de nácar para proteger el cuerpo indefenso de la ostra.
Como resultado,
se va formando una hermosa perla.
Una ostra que no haya sido herida de algún modo,
no puede producir perlas…
Porque la perla es una herida cicatrizada.
Te has sentido lastimado por palabras hirientes?.
Has sido acusado de haber dicho cosas que nunca dijiste?.
Tus ideas fueron rechazadas o mal interpretadas?.
O quizás fueron tomadas por alguien para presentarlas como propias?.
Has sufrido golpes de los que adquieren ideas preconcebidas indebidamente?.
Has sido objeto de la indiferencia?.
Entonces...
¡Produce una perla!
Cubre cada una de tus heridas con varias capas de amor.
Muchas personas sólo aprenden a cultivar resentimientos, dejando sus heridas abiertas,
alimentándose con sentimientos pobres,
los cuales impiden que las lesiones cicatricen.
En la vida real, vemos muchas “ostras vacías” ,
no porque no hayan sido heridas,
sino porque no han sabido perdonar,
comprender y transformar el dolor en amor.
Vale la pena enfrentar las heridas!.

Oriah.-

No me interesa saber cómo te ganas la vida. Quiero saber lo que ansías, y si te atreves a soñar con lo que tu corazón anhela.
No me interesa tu edad. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.

No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu Luna. Quiero saber si has llegado al centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has marchitado y cerrado por miedo a nuevos dolores.

Quiero saber si puedes vivir con el dolor, con el mío o el tuyo, sin tratar de desimularlo, de atenuarlo ni de remediarlo.

Quiero saber si puedes experimentar con plenitud la alegría, la mía o la tuya, si puedes bailar con frenesí y dejar que el éxtasis te penetre hasta la punta de los dedos de los pies y las manos sin que tu prudencia nos llame a ser cuidadosos, a ser realistas, a recordar las limitaciones propias de nuestra condición humana.

No me interesa saber si lo que me cuentas es cierto. Quiero saber si puedes decepcionar a otra persona para ser fiel a ti mismo; si podrías soportar la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma...

Quiero saber si puedes ver la belleza, aun cuando no sea agradable, cada día, y si puedes hacer que tu propia vida surja de su presencia.

Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo y el mío, y de pie en la orilla del lago gritarle a la plateada forma de la luna llena: "Sí!".

No me interesa saber dónde vives ni cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de aflicción y desesperanza, agotado y magullado hasta los huesos, y hacer lo que sea necesario para alimentar a tus hijos.
No me interesa saber a quién conoces ni cómo llegaste hasta aquí. Quiero saber si te quedarás en el centro del fuego conmigo y no lo rehuirás.

No me interesa saber ni dónde ni cómo ni con quién estudiaste. Quiero saber lo que te sostiene, desde el interior, cuando todo lo demás se derrumba.

Quiero saber si puedes estar solo contigo y si en verdad aprecias tu propia compañía en momentos de vacío.


Napoleón Hill.-


1. Mantente fresco cuando otros estén furiosos y pierdan la cabeza. Tú tienes el control sobre tus emociones, no lo pierdas. No se trata de no demostrar tu molestia, sino de hacerlo mesuradamente,  sin después arrepentirte de una acción cometida en un momento de descontrol.

2. Recuerda que cada discusión tiene al menos tres puntos de vista: el tuyo, el del otro y los de terceros, los cuales probablemente están más cerca de la objetividad. Siendo más versátil y viendo las cosas desde la perspectiva de los demás enriquecerás tu propio punto de vista.

3. Espera a calmarte antes de hablar. Ten en cuenta que la relación es más importante que la discusión. Dale más relevancia a las personas que a las opiniones.

4. Trata a toda persona con la cual tengas contacto como si fuera un pariente rico, de quien esperas ser incluido en su testamento. Nunca te arrepientas de tratar muy bien a la gente. Es el mejor negocio en todos los sentidos.

5. Busca el lado positivo y agradable, aún de las situaciones más complicadas y dolorosas. Es una disciplina que te ayudará a pasar más fácilmente los momentos difíciles, y a convertir los problemas en oportunidades.

6. Establece el hábito de hacer preguntas y, sobre todo, de escuchar las respuestas. Pregunta antes de reaccionar. Algunas veces disparamos y después preguntamos. También preguntamos, pero escuchamos para contestar, y no para tratar de entender.

7. No hagas o digas nada que pueda herir o hacerle daño a otra persona. Aférrate al proverbio que dice que todo lo que uno haga, se devolverá. La gente no recuerda tanto lo que tú dices o haces, sino la intención con la que lo haces.

8. Sé consciente de la diferencia entre análisis amigable y crítica destructiva. Observa si el propósito de tus palabras es ayudar, desahogarte o hacer daño.

9. Ten presente que si toleras a los demás, ellos también serán pacientes contigo en los aspectos no muy gratos de tu personalidad.

10. El verdadero líder sabe reconocer sus errores y aceptar responsabilidad. No olvides que un conflicto bien manejado fortalece la relación, y te ayuda a aprender de las diferencias.


Mensaje de esperanza.-


La esperanza no es fingir que no existen los problemas.

Es la confianza de saber que estos no son eternos, que las heridas curarán y las dificultades se superarán.

Es tener fe es una fuente de fortaleza y renovación en nuestro interior, que nos guiará desde la oscuridad hacia la luz.

Cuando el amor de tu vida no te quiere, cuando la llamada que esperas nunca llega, cuando no consigues el trabajo que deseas, cuando no recibes la invitación que esperabas...

El mensaje no es que no te lo mereces...

El mensaje no es que no eres importante...

El mensaje es que tu mereces algo mejor.

Cada vez que sientas decepción por no recibir lo que deseas o esperas, no lo veas como rechazo o mala suerte... Simplemente piensa que es una tremenda oportunidad a algo mucho mejor de lo que esperabas.

La vida está hecha de millones de momentos, vividos de mil maneras diferentes.

Algunos, buscamos amor, paz y armonía, otros sobrevivimos día a día.

Pero no hay momentos más plenos que aquel en el cual descubrimos que la vida, con sus alegrías y sus penas, debe ser vivida día a día.

Este es el conocimiento que nos otorga la verdad más maravillosa. Aunque vivamos en una mansión de cuarenta cuartos, rodeados de riqueza, o luchemos de mes en mes para pagar el alquiler, tenemos el poder de estar totalmente satisfecho y vivir una vida con verdadero significado.


Medir la Vida.-


La Vida no se mide anotando puntos, como en un juego.
La Vida no se mide por el número de amigos que tenés, ni por cómo te aceptan los otros.
No se mide según los planes que tenés para el fin de semana o por si te quedás en casa solo.
No se mide según con quién salís, con quién solías salir, ni por el número de personas con quienes saliste, ni por si no has salido nunca con nadie.
No se mide por la fama de tu familia, por el dinero que tenés, por la marca de coche que manejás, ni por el lugar donde estudiás o trabajás.
No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que sos, por la marca de ropa que llevás, ni por los zapatos, ni por el tipo que música que te gusta.
La Vida, simplemente, no es nada de eso...
La Vida se mide según a quién amás y según a quién dañás.
Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionás a otros.
Se mide por los compromisos que cumplís y las confianzas que traicionás.
Se trata de la amistad, la cual puede usarse como algo sagrado o como un arma.
Se trata de lo que se dice y lo que se hace y lo que se quiere decir o hacer, sea dañino o benéfico.
Se trata de los juicios que formulás, por qué los formulás y a quién o contra quién los comentás.
Se trata de a quién no le haces caso o ignorás adrede.
Se trata de los celos, del miedo, de la ignorancia y de la venganza.
Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro tuyo, de cómo los cultivás y de cómo los regás.
Pero por la mayor parte, se trata de sí usas la Vida para alimentar el corazón de otros.
Vos y solo vos escogés la manera en que vas a afectar a otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

Mahatma Gandhi.-


Vigila tus pensamientos,

 porque se convierten en palabras.

 Vigila tus palabras,
  
porque se convierten en actos.
  
Vigila tus actos,


porque se convierten en hábitos.


Vigila tus hábitos,
  
porque se convierten en carácter.
  
Vigila tu carácter,

 porque se convierte en tu destino.
  

Las seis palabras más importantes:

"Confieso que he cometido un error"

  
Las cinco palabras más importantes:

 "Has hecho un buen trabajo".

  
Las cuatro palabras más importantes:

"Y tú, ¿qué opinas?".

  
Las tres palabras más importantes:
  
"Ten la bondad".

  
Las dos palabras más importantes:
  
"Muchas gracias".

  
La palabra más importante:

"Nosotros".
  

La palabra menos importante:
  
"yo".


No arrugar el alma.-


No arrugar el alma es alcanzar los anhelos postergados

No arrugar el alma es llevar a cabo promesas incumplidas

No arrugar el alma es seguir amando para ser amado

No arrugar el alma es luchar por la paz y la justicia.

No arrugar el alma es defender nuestros derechos

No arrugar el alma es exigir ser respetados

Ni tampoco sentarse en la mecedora

A vivir de los recuerdos olvidados.

No arrugar el alma es aliviar ajenos sufrimientos

Ser historia viviente para nuevas generaciones

Siempre actualizando nuestros conocimientos

Para no quedar anclados en el pasado.

Por eso:

Aunque nuestra memoria flaquee,

Nuestra voz suene cascada,

Nuestro oído se endurezca,

Nuestra vida esté enturbiada,

Olvidemos el ayer, olvidemos el mañana

Vivamos plenamente el hoy, el presente,

No pensando cuantos inviernos hemos vivido,

sino cuantas primaveras aun queda pendientes.

Adelante en la lucha cotidiana

Sin desmayos ni claudicaciones,

Marchando adelante con fe y esperanza,

Si, adelante...adelante con nuestras eternas ilusiones.
 Josefina Roldán

Una mujer.-


Imagina una mujer que cree que es correcto y bueno que ella sea mujer. Una mujer que honra su experiencia y cuenta sus historias. Que no acepta cargar con los pecados de otros en su cuerpo y su vida.

Imagina una mujer que cree que ella es buena. Una mujer que confía en sí misma y se respeta. Que escucha sus necesidades y deseos y los abraza con ternura y gracia.

Imagina una mujer que ha reconocido la influencia del pasado en el presente. Una mujer que ha recorrido su pasado. Que ha sanado en el presente.

Imagina una mujer autora de su propia vida. Una mujer que inicia, se esfuerza y se mueve en su propio nombre. Que no acepta rendirse, excepto a su Ser más verdadero y a su voz más sabia.

Imagina una mujer que nombra a sus propios dioses. Una mujer que imagina la divinidad a su imagen y semejanza. Que diseña su propia espiritualidad y permite que ella le informe su vida diaria.

Imagina una mujer enamorada de su propio cuerpo. Una mujer que cree que su cuerpo es suficiente, tal como es. Que celebra su cuerpo y sus ritmos y ciclos como un recurso exquisito.

Imagina una mujer que honra el rostro de la Diosa en su propio rostro cambiante. Una mujer que celebra la acumulación de sus años y su sabiduría. Que se niega a usar una preciosa energía ocultando los cambios en su cuerpo y en su vida.

Imagina una mujer que valora a las mujeres en su vida. Una mujer que se sienta en círculos de mujeres. Que le recuerdan la verdad sobre sí misma cuando ella olvida.

Imagínate a tí misma como esa mujer.

Haz lo que puedas.-


Haz lo que puedas, como puedas.
Piensa "sí" puedo.
Haz siempre lo que dicte tu corazón.
Busca amigos que sepan amarte tal como eres.
No tengas miedo de hacer lo imposible.
Ten confianza en tí.
Vive todos los días con amor.
Perdona a alguien que te haya herido.
Haz un nuevo amigo.
Vive cada día al máximo.
Siéntete orgulloso de ser quien eres.
Ten el valor de ser tú mismo.
Abre tu corazón.
Da gracias por todos los dones recibidos.
Da siempre lo mejor de tí.
No temas dar y recibir felicidad.
Celebra todo lo que eres.
Ten fortaleza y no te rindas jamás.
Acepta todo lo que tienes.
Aprende a dar libremente.
Vive tu vida con valentía.
No te compares con otros.
No te preocupes si te equivocas.
Ten calma y paciencia.
No abandones la esperanza.
Nunca te olvides de reír.
No temas cometer errores.
Vive un día a la vez.

El tazón de madera.-


Los niños son perceptivos, sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan, y sus mentes procesan los mensajes que absorben. Si ven practicar la paciencia, ellos la practicarán, imitarán la actitud de sus padres.


Un viejito fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años.
Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.
La familia completa comía junta en la mesa pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil.
Los guisantes caían de su cuchara al suelo,
de cuando en cuando si intentaba tener el vaso,
derramaba la leche sobre el mantel.
Su hijo y su esposa se cansaron de la situación.
"Tenemos que hacer algo con el abuelo" dijo el hijo, "Ya he tenido bastante, derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en la esquina del comedor.
Ahí el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la cena.
Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera.
A veces cuando miraban hacia donde estaba el abuelo veían una lágrima en su mejilla.
Sin embargo cuando la pareja le dirigía la palabra era para reprocharle su comportamiento o llamarle la atención si se le caía la comida.
El niño de cuatro años observaba todo en silencio.
Una tarde antes de la cena
el papá observó que su hijito jugaba con trozos de madera
y preguntó con dulzura qué hacía.
Con la misma dulzura el niño le contestó:
"Estoy haciendo un tazón para tí y otro para mamá para cuando yo crezca ustedes coman en ellos",
sonrió y siguió con la tarea.
Las palabras del niño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas y aunque ninguna palabra se dijo al respecto,
ambos sabían qué debían hacer.
Llevaron de la mano gentilmente al abuelo a la mesa de la familia.
Por el resto de sus días ocupó un lugar con ellos.
Y por alguna razón ni el esposo ni la esposa parecían molestarse cada vez que el tenedor caía al suelo o se volcaba la leche sobre el mantel.

"LA GENTE OLVIDARA LO QUE DIJISTE Y LO QUE HICISTE PERO NUNCA COMO LO HICISTE SENTIR"


"DEBES SER EL CAMBIO QUE QUIERAS VER EN EL MUNDO!"
MAHATMA GHANDHI


El clavel.-


Un Rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se dejaban morir.

El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
El Rey miró al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid.

Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.

La Rosa lloraba por no ser fuerte y sólida como el Roble.

Entonces encontró una planta, la única que florecía más fresca que nunca. El Clavel lucía hermoso bajo el sol.

El Rey le preguntó: Cómo es que creces tan saludable y feliz en medio de este jardín mustio y sombrío?.

El Clavel contestó: "Quizás sea porque siempre supuse que, cuando me plantaste, querías claveles. Si hubieras querido un Roble, lo hubieras plantado. Entonces me dije: Intentaré ser Clavel de la mejor manera que pueda y heme aquí, el más hermoso y bello clavel de tu jardín".

Así a veces nos pasa a nosotros...

Vivimos marchitándonos; en nuestras propias insatisfacciones, en nuestras absurdas comparaciones con los demás...

Si yo fuera, si yo pudiera, si mi vida fuera...

Siempre conjugando un futuro incierto, en vez del presente concreto, empecinados en no querer ver, que la felicidad es un estado subjetivo y voluntario.

Podemos elegir hoy, estar felices con lo que somos, con lo que tenemos o vivir amargados por lo que no tenemos o no podemos ser.

Continúa avanzando.-


Camina, Vive!

Camina por donde nunca nadie antes haya caminado.

Haz lo que nunca nadie antes haya hecho.

Deja tus propias huellas... No pises sobre las de los demás porque no dejarás marca.


Si caminas por donde ya caminaste, encontrarás lo que ya encontraste.

Si te atrae una luz, síguela.

Si te conduce a un pantano, ya saldrás de él...

Pero si no la sigues, te preguntarás toda la vida si acaso era una estrella.

La vida, a veces no nos da a elegir entre lágrimas y risas... Entonces aprende a elegir entre las más hermosas lágrimas.

Sueña lo que te atrevas a soñar.

Ve donde quieras ir.

Sé lo que quieras ser.

El que quiere hacer algo, encuentra el camino.

El que no quiere hacer nada, encuentra una excusa.

Nunca se presenta un sueño sin los medios para realizarlo.

La felicidad es como la mariposa: cuanto más la persigues más te eludirá, pero si vuelves tu atención sobre otras cosas suavemente se posará en tu hombro.

No son muertos los que descansan en una tumba fría; son muertos los que teniendo el alma muerta...Viven todavía ...

Cartas a Claudia.-


Quiero que me oigas sin juzgarme.
Quiero que opines sin aconsejarme.

Quiero que confíes en mí sin exigirme.

Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mi.

Quiero que me cuides sin anularme.

Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mi.

Quiero que me abraces sin asfixiarme.

Quiero que me animes sin empujarme.

Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mi.

Quiero que me protejas sin mentiras.

Quiero que me acerques sin invadirme.

Quiero que conozcas las cosas mías que mas te disgusten.

Que las aceptes y no pretendas cambiarlas.

Quiero que sepas...
Que hoy puedes contar conmigo...

Sin condiciones...
 Jorge Bucay.-

Valentía.-


Valentía es admitir tus temores
y enfrentarlos cara a cara.
Es tener la fortaleza de pedir ayuda
y la humildad de aceptarla.

Valentía es defender tus principios
sin preocuparte por lo que otros dirán.
Es escuchar tu corazón, vivir tu vida
y no aceptar sino lo que para ti es lo mejor.

Valentía es tomar el primer paso,
dar un gran salto, o cambiar el camino.
Es intentar lo que nadie supo hacer jamás
y todos creen imposible.

Valentía es mantener el espíritu
en los desencantos, y considerar las derrotas
no con el fin sino como un nuevo comienzo.
Es creer que por fin las cosas mejorarán,
aunque ahora parezcan peores.

Valentía es tomar responsabilidad
de tus acciones
y saber admitir tus errores
sin culpar a los demás.
Es confiar, no en los demás,
sino en tu habilidad y esmero para triunfar.

Valentía es negarse a desistir,
aunque la posibilidad te intimide.
Es trazar tu meta, mantenerte fiel a ella
y hallar soluciones para los obstáculos.

Valentía es pensar en grande,
apuntar bien alto y llegar bien lejos.
Es adoptar un sueño y hacerlo todo,
arriesgarlo todo,
no desistir ante ningún obstáculo
para tornarlo realidad.
 Caroline Kent.-


Un niño.-


Una vez un niño fue a la escuela.
Un niño muy pequeño.
Y la escuela era muy grande.
Pero cuando el niño
descubrió que podía ir a su aula
con sólo andar en línea recta desde la entrada,
se sintió feliz.
Y ya no siguió pareciéndole que la escuela
fuera tan grande.

Una mañana,
Cuando el niño ya llevaba un rato en la escuela,
la maestra dijo:

«Hoy vamos a hacer un cuadro».
«Qué bueno!", pensó el niño,
Porque le gustaba hacer cuadros.
Podía hacerlos de todas clases:
De leones y tigres,
De gallinas y vacas,
De trenes y barcos...
Y sacó sus lápices de colores
Y se puso a dibujar.

Pero la maestra le dijo:
"Espera!. Aún no es el momento de empezar!".
Y esperó hasta que todos estuvieron listos.


«Ahora", dijo la maestra,
«Vamos a hacer flores—.
«Qué bien!», pensó el niño,
Porque le gustaba hacer flores,
Y empezó a hacerlas, hermosas,
Con sus lápices rosados, anaranjados y azules.

Pero la maestra les dijo:
«Esperad, que yo os enseñaré!».
Y dibujó sobre la pizarra
Una flor roja con el tallo verde.
«Ya», dijo la maestra.
«Ahora ya podéis empezar.»

El niño miró la flor de la maestra
y después su propia flor:
La suya le gustaba más que la de la maestra.
Pero no lo dijo
Y se limitó a dar la vuelta al papel
Para hacer una flor como la de la maestra:
Roja, con el tallo verde.


Otro día, cuando el niño había abierto
él solo la puerta de entrada,
la maestra dijo:
«Hoy vamos a hacer algo de arcilla».
«Qué bien!» pensó el niño
Porque le encantaba la arcilla.

Podía hacer toda clase de cosas con arcilla.
Serpientes y muñecos,
elefantes y ratones,
coches y camiones...
Y empezó a amasar
su puñado de arcilla.

Pero la maestra le dijo:
«Espera, no empieces todavía!».
Y esperó hasta que todos estuvieron listos.

«Ahora», dijo la maestra,
«Vamos a hacer un plato».
«Qué bien!», pensó el niñito,
porque le gustaba hacer platos,
y empezó a hacer algunos
con formas y tamaños distintos.

Pero la maestra dijo:
«Esperad a que yo os enseñe!».
Y entonces les enseñó a todos
A hacer un plato hondo.
«Ahora», les dijo después,
«Ya podéis empezar».

El niño miró el plato de la maestra
y después el suyo.
Sus platos le gustaban más que el de la maestra,
pero no lo dijo
y se limitó a amasar de nuevo una gran bola de arcilla
y a hacer un plato como el de la maestra.
Un plato hondo.

Y muy pronto el niño
aprendió a esperar,

y a observar,
y a hacer las cosas igual que la maestra.
Y muy pronto
dejó de hacer sus propias cosas.

Entonces sucedió
que el niño y su familia
se mudaron de casa,
a otra ciudad,
y el niño
tuvo que ir a otra escuela.

Una escuela aún más grande
que la anterior,
y donde no había ninguna
puerta de entrada a su aula.
Tenía que subir unos grandes escalones
y caminar por un pasillo largo
para llegar a su aula.

Y el primer día
de clase, la maestra le dijo:
«Hoy vamos a hacer un cuadro».

«Bien!», pensó el niño
y se quedó esperando que ella
le dijera lo que tenía que hacer.
Pero la maestra no le dijo nada.

No hizo más que pasearse por el aula.

Cuando llegó junto al niño
le preguntó si no quería hacer un cuadro.
«Sí», le dijo él, y preguntó:
«Qué vamos a hacer?».
«Yo no lo sabré mientras no lo hagáis», dijo la maestra.
«Cómo tengo que hacerlo?», preguntó el niño.
«Pues, como a ti te guste», dijo la maestra.
«Y de qué color?», preguntó él.
«De los que tú quieras», dijo la maestra.
«Si todos hicierais el mismo dibujo
y usarais los mismos colores,
cómo sabría quién hizo cada uno?»
«No lo sé», respondió el niño.
Y empezó a dibujar flores rosadas,
azules y anaranjadas.

Y su escuela nueva le gustó
aunque no pudiera
llegar a su aula directamente
desde la puerta de entrada.
 Helen E. Buckley.-