viernes, 25 de marzo de 2011

Por qué “Grupo Tercera Fuerza”?


“Tercera Fuerza” es el modo en que Abraham Maslow denomina a un movimiento que surge a mediados del siglo pasado dentro de la Psicología, y que identifica a la Psicología Humanista como integrada por múltiples modelos psicológicos desde un fundamento antropológico común.
Se considera Psicología Humanista a las múltiples prácticas psicológicas, sobre todo en el campo de la psicología aplicada (psicoterapia, crecimiento, counseling, enseñanza, grupos, etc.) con sus respectivos postulados teóricos y, sobre todo, sus técnicas específicas.

Aunque se debe al propio Maslow la expresión "Tercera Fuerza" aplicada a la Psicología Humanista, no la concibe como antagónica a las otras dos fuerzas psicológicas de su momento histórico: "Soy freudiano, soy conductista, soy humanista", decía Maslow (1969), intentando significar su  concepción de la Psicología Humanista como la de una superestructura mas amplia, en cuyo seno podían albergarse todas las demás.
El Movimiento de la Psicología Humanista surgió a partir de un grupo de psicólogos y psiquiatras y representantes de otras ciencias humanas, procedentes de diferentes corrientes o escuelas psicológicas, entre ellas la psicoanalítica y la conductista.
Los principios en que convergen los diferentes autores de este movimiento son:
1-Concepción  holista y sistémica frente a las atomistas y reduccionistas. Aparece un interés acentuado por el estudio de la personalidad en su conjunto, singularidad e historicidad. La personalidad de un individuo no es atendida como la suma o yuxtaposición de funciones o procesos (cognitivos, emocionales, conductuales), sino como un sistema o conjunto organizado de forma peculiar en cada sujeto, un sistema configurado y un proceso de desarrollo.
2. Centrar la atención en la persona que experimenta y, por lo tanto, en la vivencia como fenómeno primario del estudio del hombre. Tanto las explicaciones teóricas, como la conducta manifiesta se consideran subordinadas a la experiencia misma y a su significado para la persona.
3. Acentuar las cualidades específicamente humanas, tales como la elección, la creatividad, la valoración y la autorrealización, como opuestas a la concepción de los seres humanos en términos mecanicistas y reduccionistas.
4. Disponer una actitud  "sistema abierto" y facilitación de la actitud integradora entre teorías y técnicas terapéuticas. La Psicología Humanista  se materializó no en la búsqueda de una teoría psicológica y un modelo terapéutico común -se respetó plenamente el pluralismo y la inventiva en la gestación de nuevos modelos terapéuticos, lo cual no impidió constatar las afinidades y coincidencias.
5. Comprometerse con los valores Y la dignidad humanas e interesarse por el desarrollo del potencial inherente a cada persona. El punto central de esta visión es la persona tal como se descubre a si misma Y se relaciona con otras personas o grupos sociales.
6. El ser humano está en el centro de la Psicología Humanista, es decir, la Psicología Humanista se vuelve contra la exigencia científica de objetividad. La Psicología Humanista insiste en que el ser humano que investiga tiene que ser siempre parte de la investigación sobre el ser humano.
7. La Psicología Humanista confiere más importancia al sentido y significación de las cuestiones que al procedimiento metodológico, es decir, la Psicología Humanista iría contra sus principios si, por muy necesarios que sean el desarrollo y la validación de los métodos científicos, descuidase ocuparse de las relaciones de significado de la existencia humana para favorecer la metodología.

Por identificarnos con los lineamientos de la Psicología Humanista y porque como Psicólogos asumimos el compromiso de conocer las diversas modalidades de psicoterapia, ( como dice el propio Maslow: "Si tu única herramienta es un martillo tenderás a ver cada problema como si fuera un clavo") adoptamos el nombre de "Grupo Tercera Fuerza".-