viernes, 7 de diciembre de 2012

La terapia como ensayo final para la vida.-



La amistad entre el paciente y el terapeuta es una condición necesaria pero no suficiente. La psicoterapia no es un sustituto de la vida sino que es, para usar una metáfora teatral, un ensayo final para la verdadera función que es la vida. En otras palabras, aunque la psicoterapia requiere de la amistad, la relación no es un fin sino un medio para un fin.

La intimidad de la relación terapéutica cumple con muchos propósitos. Provee un lugar seguro para que los pacientes se abran lo más posible. Y más aún, les ofrece la experiencia de ser aceptados y comprendidos tras una profunda apertura y un total sinceramiento. Enseña la habilidad social necesaria: el paciente aprende aquello que es necesario en una relación íntima. Y el paciente aprende que la intimidad es posible, incluso alcanzable. Por último, y quizás esto sea lo más importante, la observación de Carl Rogers de que la relación terapéutica sirve como un punto de referencia interno al que los pacientes pueden volver en su imaginación. Al haber adquirido una vez este nivel de intimidad, pueden abrigar la esperanza e incluso la expectativa de desarrollar relaciones similares.

Uno oye a menudo hablar de pacientes (sea en terapia grupal o individual) que son excelentes pacientes o excelentes miembros del grupo y que sin embargo siguen siedno los mismos en su vida exterior. Pueden relacionarse bien con el terapetua o ser miembros clave en el grupo - abiertos, trabajadores, agentes de interacción - y sin embargo no aplican lo que han aprendido a las situaciones exteriores. En otras palabras utilizan la terapia como un sustituto en vez de como un ensayo para la vida.

Esta distinción puede resultar útil en decisiones sobre el final de la terapia. El cambio de comportamiento en la situación terapéutica obviamente no es suficiente: los pacientes deben transferir sus cambios a su entorno de vida. En las etapas últimas de la terapia, pongo mucha energía en asegurar la transferencia del aprendizaje. Si lo consdiero necesario, empiezo a ofrecer un entrenamiento activo, presionando a los pacientes para que experimenten comportamientos nuevos en el entorno laboral, social y familiar.

IRVIN YALOM. EL DON DE LA TERAPIA. EMECÉ EDITORES.