viernes, 20 de abril de 2012

Hasta dónde puedo llegar...

Había una vez dos niños que patinaban sobre una laguna congelada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación. 
De pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua. El otro niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: – ¿Cómo lo hizo? El hielo esta muy grueso, es imposible que lo haya podido quebrar, con esa piedra y sus manos tan pequeñas!
En ese instante apareció un anciano y dijo: – “Yo sé como lo hizo”…
- “¿Cómo?”. Le preguntaron al anciano, y él contestó:
- “No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo”. 

No dejes que nadie te diga hasta donde puedes llegar…

domingo, 15 de abril de 2012

Tus hijos...



Hay un período en el que los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos; es que ellos crecen independientemente de nosotros, como árboles murmurantes y pájaros imprudentes.

Crecen sin pedir permiso a la vida, con una estridencia alegre y a veces, con alardeada arrogancia.

Pero NO crecen todos los días; crecen de repente. 

Un día, se sientan cerca tuyo y con increíble naturalidad, te dicen cualquier cosa que te indica que esa criatura, hasta ayer en pañales y pasitos temblorosos e inseguros... Creció.

¿Cuándo creció que no lo percibiste?. 

¿Dónde quedaron las fiestas infantiles, los juegos en la arena, los cumpleaños con payasos? 

Crecieron en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil.
Ahora estas ahí, en la puerta de la disco, esperando ansioso, no sólo que no crezca, sino que aparezca.. 

Allí están muchos padres al volante, esperando que salgan zumbando sobre patines, con sus pelos largos y sueltos. 

Y allí están nuestros hijos, entre hamburguesas y gaseosas; en las esquinas, con el uniforme de su generación y sus incómodas mochilas en la espalda.

Y aquí estamos nosotros, con el pelo cano...

Y son nuestros hijos; los que amamos a pesar de los golpes de los vientos, de las escasas cosechas de paz, de las malas noticias y las dictaduras de las horas. 

Ellos crecieron observando y aprendiendo con nuestros errores y nuestros aciertos; principalmente con los errores que esperamos no repitan... 

Hay un período en que los padres vamos quedando huérfanos de hijos... Ya no los buscamos en las puertas de las discotecas y los cines.

Pasó el tiempo del piano, el fútbol, el ballet, la natación....

Salieron del asiento de atrás y pasaron al volante de sus propias vidas.

Algunos, deberíamos haber ido más junto a su cama, a la noche, para oír su alma respirando conversaciones y confidencias entre las sábanas de la infancia; y cuando fueron adolescentes, a los cubrecamas de aquellas piezas cubiertas de calcomanías, posters, agendas coloridas y discos ensordecedores.

Pero crecieron sin que agotáramos con ellos todo nuestro afecto. 

Al principio nos acompañaban al campo, a la playa, a piscinas y reuniones de conocidos; Navidad y Pascuas compartidas. Y había peleas en el auto por la ventana, los pedidos de chiclets y la música de moda.

Después llegó el tiempo en que viajar con los padres se transformó en esfuerzo y sufrimiento: no podían dejar a sus amigos y a sus primeros amores.

Y quedamos los padres exiliados de los hijos. teníamos la soledad que siempre habíamos deseado...

Y nos llegó el momento en que sólo miramos de lejos, algunos, en silencio, y esperamos que elijan bien en la búsqueda de la felicidad y conquisten el mundo del modo menos complejo posible.

En cualquier momento nos darán nietos. 

El nieto es la hora del cariño ocioso y la picardía no ejercida en los propios hijos; por eso los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable cariño. 

Los nietos son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto. 

Por eso es necesario hacer algunas cosas adicionales, antes de que nuestros hijos crezcan. 

Así es: las personas sólo aprendemos a ser hijos, después de ser padres y sólo aprendemos a ser padres, después de ser abuelos...


La Vida tiene sentido!


La vida empieza a tener sentido cuando ayudas a otro a ponerse de pie y a andar. 
Cuando respiras hinchando tus pulmones de aire, y notas que no estás solo a pesar de estar en el desierto.

Cuando miras al cielo y ves las estrellas que dominan el firmamento, comprendes que no estás solo, comprendes que la vida es mucho más que el simple palpitar de tu corazón.

La vida tiene sentido cuando andas, cuando evolucionas, y no dejas tras de ti amargura.
Cuando tras de ti has dejado alegrías, cuando has dejado amigos y hermanos, cuando has dejado un grato recuerdo en todo aquel que te ha conocido, es cuando la vida tiene sentido. 

Si tras de ti has dejado odio, ésas serán las raíces que darán en el futuro frutos amargos; si la planta que crece tiene raíces de amor, los frutos serán dulces y serán tu alimento en el andar de cada día.

Apoya tu mano sobre el hombro de aquellos que andan contigo, porque si te sientes débil ellos te cogerán, y si te sientes fuerte andarás más de prisa.

No te ates a las alabanzas. El que te quiere no te alaba, te apoya sin palabras.
Sabrás quién es el que te quiere cuando te veas reflejado en él. 

Busca tu gloria en la gloria de los demás, y los demás buscarán su gloria en ti.
Si hablas a los demás, que tu palabra sea limpia; pero no hables con orgullo, porque hacerlo es hablar con falsedad. 
Usa todo lo que la naturaleza pone a tu alcance. No malgastes tu tiempo.

Tienes poco tiempo; justo el que estás disfrutando ahora. Trata de conocerte.
Úsate. No te malgastes. No te mal utilices. Busca dentro de ti la solución a tus problemas.
Si tienes que atarte, átate a ti mismo.

No culpes a los demás de tus propios errores.
Sé tu propio juez; pero un juez justo. 
Si andas por un bosque ten cuidado, porque habrá ramas bajas, te puedes golpear contra esas ramas. 

No es necesario que las cortes, simplemente agáchate un poco para volver a levantarte inmediatamente, la rama quedará frustrada en su intento de dañarte.

No pronuncies la palabra ¡imposible!, porque todo es posible dentro de ti si vas dirigido positivamente; si vas dirigido negativamente, poco a poco te irás hundiendo, conseguirás tal vez logros parciales, inmediatos, pero te estarás hundiendo. 

Si vas positivamente, quizás los logros sean más a largo plazo, pero te estarás elevando.
Sólo pasa hambre el que no sabe que tiene dos manos.

Si alimentas tu cuerpo para que te sirva, debes también alimentar tu Alma, para que también te sirva. Un alma poco alimentada es un alma débil, sin fuerza. Un alma bien alimentada es un alma que genera energía, que contagia, que anima.

Cuida bien todas aquellas cosas que afectan la evolución de tu alma.

Nunca hables con miedo, porque las palabras se volverán contra ti. 
Si tienes miedo, no hables, porque el miedo también es contagioso. 

Habla mirando a los ojos, transmite tu fuerza en tu mirada.
Si quieres saber cómo es Dios mira volar a un ave, mira crecer una flor, mira a los astros moverse, y verás que en ellos se expresa la perfección.-